Encabronado…
Amarguras acumuladas…
las unas sobre las otras en años que ya ni se cuentan…
Por grandes motivos…medianos y pequeños…
el grito retenido…solapado tras las mascaras de la
conveniencia…
¿Quién no ha llorado en silencio de impotencia las
veredas sucias y cortantes de palabras infames?…
Cuánto dolor sin poner remedio…rotas las ganas en alma la derrota…
Chillidos desde la infancia soterrados en hipócritas
tiznadas…
Golpes no perdonados en carne herida…cicatrices de toda una
vida…
El fuego de la rabia arde y quema en lengua de fuego
consume…
¿Quién dijo que es malo soltar todo aquellos que nos hizo
mal?...
En cuerpos de ángeles con rabos…aparentar aún hundidos en los secretos de los labios…
Bueno es vomitar en su justo momento y lugar el negro poder
traidor del Ego!...
Sacar las larvas ya sean en gritos…patadas a una silla
o golpes a una almohada!…
o golpes a una almohada!…
Bendito descanso si a sabia medida correspondemos sin dañar
ni ofender…solo liberarnos de lo callado!…
No seamos los primeros de los últimos en tomar iniciativas…
las que sean…
las que consideremos desde el corazón!…
Fogar...ventilar mente…sentimientos...remordimientos...
culpabilidades…victimismos y calamidades indescifrables!…
En veneno de una ilusión prohibida…
la frustración contrae la alegría de la sangre…
Libres de esas ataduras...aprender el placer en despierta
ternura!…
Tras las lluvias de los ojos ya más maduros…más
lucidez…más ganas de comprender!…
El corazón ya tranquilo…recuenta sus momentos de dicha!...
Lo más bello de la memoria aflora…el amor recobra aliento…dulcifica…espanta el tormento!…
Inmenso canto del alma canta!...
¿Quién no necesita decir; me amáis acaso?...
"Quiero Querer"
ya es afirmación del Ser!...
Queramos!...
Con cariño y respeto...
Dávila...
Buenísimo poema, Enrique. Muchas gracias por crearlo y por compartirlo.
ResponderEliminarGracias María!...El querer siempre nos acerca!...Besos!...
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