Mirada intemporal...
Ni el antes ni el después...
en presente imponente
mirada de no mirar...
Dicen los sabios que Dios!...
es tan grande...
que podemos estar dentro de él
en un incendio...
que podemos estar dentro de él
en un incendio...
sin darnos cuenta...
Que somos tan pequeños...
que lo pensable no alcanza...
Ni antes ni después...
en su justo instante todo se detiene
en silencio...
Algunos beben por sed...
otros se embriagan olvidando deudas...
Meciéndose en cuna de vidrio...
el espíritu
se mira así mismo en espejos
de espejismos...
Sabiamente simulada
la realidad subjetiva...
En referente de vida futura...
aliento de pasado...
entrecortadas memorias...
¿de quien es uno?...
El poeta puede ser un alquimista...
o albañil construyendo muros...
En tiempos transcurridos...
la farsa...
¿Quien dijo que uno muere?...
¡Hay!...
dulce canto en mi garganta el viento se dilata...
Ni antes ni después...
en honda y vasta soledad me miro...
en todo...
en todos me veo …
Dichoso en perdón generoso...
libertad proclama...
Ni antes ni después...
solo en este preciso instante...
numen de un genio divino...
en brillo de eterno
lo sacro impera!...
Con cariño y respeto...
Enrique...