Lo mucho que...
Hambrienta
enamorada de su sumisa presa...
la vida
devora...
Solo; las
doradas alas del amor tienen poder para llenar su vacío...
Los ojos
del amor;
miran más
allá de las estrellas...
de la
noche...de la muerte...
Los pies
del amor: en tierra...arenas o hierba; desnudos...andan los mundos más
difíciles...
¿Cual es la
esperanza;
si todo
nace de las profundidades...
para la
muerte viven?...
Intuir; sus
actos secretos...su fuego íntimo...
la voz
cósmica de Dios.
Descifrar
las máscaras mutables de la Verdad...
Pozos de
amarguras...de acorazados poderes...desdeñan...
dañan y
dañan...
Bajo sus
yugos; sufrimiento...
En mirada
más allá de lo visto...
modelar
pensamientos de mundos ideales...en lo invisiblemente divino de nuestro Ser...
Yergue la certidumbre...disipe
el encantamiento del lamento...
Mas todavía
perduran las ganas de suelo trascendente...
Cuando el
amor irrumpe repentinamente...en pasión se percibe elementos más sublimes...
Arrebato
celestial; amor para que yazca desvestido...y rompa los dos egos que de
una misma cuerda tiran...
dos mentes divididas por sus discordantes
pensamientos;
encuentren por fin; sus espíritus conexos...
Acallado el
desaliento;
almas de elevado vuelo...saboreen la miel de las lagrimas;
recobren una nueva dulce faz...
recobren una nueva dulce faz...
La
esperanza canta a la esperanza un deslumbrante coro inmortal...
Que el amor...y
su sutil y maravillosa magia...al corazón no oscilando con ancla alguna...en un
mar de silenciosa calma...al amante y amada...
el reposo del gozo!...
Enrique...