Al quinto pino...
Esta expresión se origino en Madrid...
Muy empleada actualmente
y
desde hace mucho tiempo...
cuando queremos mandar muy
lejos a alguien...
Según nos cuenta la historia...
durante el reinado de Felipe V
en el Siglo XVIII se plantaron en una de las arterias principales de la ciudad cinco frondosos pinos...
El primero de ellos estaba en lo que hoy sería el comienzo del Paseo del Prado...
cerca de Atocha...
Los demás...
situados a una notable distancia unos de otros...
seguían por todo el eje hasta llegar al punto donde hoy vemos los
Nuevos Ministerios...
punto donde se alzaba el quinto y último pino...
La gente los utilizaba en aquella época
para concretar sus encuentros...
de la misma forma que ahora quedamos en Tribunal
o en el Oso y el Madroño...
Lo habitual era quedar en los dos o tres primeros puestos que el quinto...
el más alejado...
quedaba casi a las afueras de la ciudad...
Precisamente...
en él solían quedar los enamorados para poder darse los besos y caricias
que tan mal visto estaba darse en público por aquel entonces...
Una costumbre que motivó una expresión muy utilizada varios siglos después...
la de ubicar algo que está muy lejos
en “el quinto pino”...
o mandar a alguien allí...
a las afueras...
Necesaria solvencia del carácter
para no ser víctima de un
chupa sangre...
Características de quienes siempre andan al asecho
de
vomitar sus calamidades...
o
las de los demás...
Destinar al horizonte el estorbo del pesimista...
del doblegado...
del
cerebro cerrado...
Al quinto pino...
debe ser un espacio muy amplio para acoger ciertas malas
costumbres...
Ser selectivo...
es un principio de bondad con uno mismo!...
El miedo al qué dirán...
a no saber como hacerlo...
temer represalias
acobarda el entendimiento...
repliega nuestras alas...
En sabia lozanía de no depender...
es bueno desprenderse de
quien nos roba el aire...
Puede ser la pareja...amigos...
amigas...
parientes o conocidos...
¿Qué más da?...
La cuestión
es no cuestionar nuestro sentir
frente a las
evidencias de nuestro mal estar...
La vida es demasiada corta
para acortarla con presencias no
queridas...
ambientes y energías inversas a nuestras afinidades...
Este pino de la imagen...
no es el primero ni el quinto...
es único e irrepetible como lo eres tú!...
Se encuentra cerca de Granada...
a una media hora de coche
en un puerto de montaña...
es el más grande!...
Lo visitamos con frecuencia!...
Su estampa es imponente...
en el corazón de
"Prado Negro"...
junto a un riachuelo..
testigo de muchos más años de los que un cuerpo mortal es
capaz de alcanzar!...
Él...
en tierra roja sus raíces...
un tronco en arrugas de poder...
domina en silenciosa presencia
el paso del tiempo!...
Abrazarlo...
ver su piramidal arquitectura en verde
apuntando al
cielo...
celeste cerca del cielo...
sus ramas en miles de brazos atrapando las nubes y besarlas
apasionadamente!...
Ir a verlo
es todo una experiencia...
junto a él
uno
aprende!...
Al acercase...
siempre hay que hacerlo despacio...
con cariño y respeto...
es un sacro lugar en madre naturaleza!...
No es el primero ni el quinto...
Si el quinto pino era el de los enamorados...
volvamos a darle un lugar privilegiado...
Tú!...
Dávila...