se conocían de toda la vida!…
jugaron juntos ya desde chicos!…
en plena posguerra…
miedo y hambre…
luchas diarias por conseguir lo indispensable…
un barrio de Granada…
allí…
sus vidas emprendieron camino…
Allí…
las raíces de quienes nos trajeron a este mundo…
las novias o pretendientes eran sagradas…
Que nadie se les acercara
y menos aún
las tocara so peligro de reyerta…
las tocara so peligro de reyerta…
salió a pasear con un pariente…
mi padre en bicicleta de aquellas sin frenos…
cerca el uno del otro...
en un febril ataque de celos
se lanzo
si pensarlo
a separarlos sea como sea…
a gran velocidad…como poseído…
a por ellos
desde sus vísceras de joven hombre…
Se salvaron por los pelos entre susto y gritos...
Sus hormonas y orgullo
fueron más fuerte que su
razonamiento…
y que yo…ni nadie debería respaldar…
en aquel entonces era algo más que amorío…
era territorial…
ni juzgo…ni condeno…
dejó esas muestras de celosas actitudes machistas…
aquello quedo en recuerdo de lo que no se debe hacer…
con casi nada…
decidieron casarse…
nada tienen que ver con las de hoy…
tener un traje dentro de lo decente…
invitados los justos…
muy pocos…
y
un convite de algunas bebidas y algo de comer…
y lo más importante
es que se tenían el uno al otro!…
ollas…una sartén…
cucharas…tenedores…
regalos
de las abuelas
y cuchillos afilados con piedra ponme…
unos muebles rudimentarios…
una maquina de cocer de las de pedal…
y todo
en casa de estrechez…
una acto de mucha importancia para ambos…
ambos muy
guapos!…
solo escasas fotos…
escasísimas…
solo una del día de su enlace…
y que anda perdida...
y que anda perdida...
En ella...
algo que me marco desde mi adolescencia…
de rodillas frente a quien oficio la misa…
con las suelas de los zapatos agujereados y remendados...
con algo parecido al cuero...cartón…
¿o sabe Dios qué?...
Al arrodillarse nuestro padre...
sin querer
puso en evidencia los agujeros en las suelas de sus zapatos...
puso en evidencia los agujeros en las suelas de sus zapatos...
Nada que esconder o aparentar...
La sencillez...lo puede todo...
Él...Ella...
mis padres...
en aquel entonces en liturgia de unirse para toda una vida!...
Aprendimos de todo ello...
y
a nosotros también
a nosotros también
nos toco remendar zapatos desgastados...
El valor de proteger los pies se anteponía a todo capricho!..
Todo se arreglaba:
los calcetines ...
cuellos de camisas...
jerséis...
los falsos de los pantalones según se crecía se cocían y
descocían!...
Nada se desaprovechaba...
se daba siempre gracia por tener abrigo!...
Cuánto debemos aprender...
para no usar y tirar...
sin darle importancia a lo que la vida nos da!...
El vestir bien...el lujo...
para nada esta reñido con el gusto...
las posibilidades...
y
sensibilidad de cada un@...
Esta sociedad...
en mi humilde opinión
debe...debemos...
retomar el verdadero sentido de las cosas...
Las cosas no nos han hecho felices...
Con el corazón...
es fácil entender y aplicar la gratitud...
por lo más mínimo!..
¡Remendemos!...
Con cariño y respeto...
Dávila...
Bonito texto. Vaya tiempos aquellos, pero qué fuerza tenían, dignos de admiración!!!
ResponderEliminarDe la nada...de la fuerza de tesón!...Nuestra familia salió adelante!...Eran almas grandes!...lo siguen siendo!...Un fuerte abrazo!...Gracias!...
ResponderEliminarQue sentida narracion de tus padres, tus raices... historias significativas que son el inicio de la propia ... me has hecho recordar la fuerza interna que entonces tenian aquellos jovenes para enfrentar la vida solo y unicamente por lo que sentian en el corazon, creian que era amor, tal vez solo ilusion, o emocion pero les dio suficiente para sacar adelante a las hijas, quienes crecimos heredando desde la ropa de la hermana mayor segun ibamos creciendo hasta los zapatos y los libros... Gracias por remover las aguas pasadas recordando a tus padres...
ResponderEliminarTiempos aquellos: donde lo poco...mucho era...donde la alegría por el mínimo detalle nos hacia a todos felices...Gracias Isabel...
EliminarEste mundo poco a poco de vuelta a la sencillez...a lo familiar...