Mi hermano Rafael
a la izquierda de la imagen…
mis padres y yo…
José Luis…
haciendo la foto…
En el salón de mi casa!...
¡Años de adolescencia...
entrañables...inolvidables!...
¡Edad en la que uno empieza a descubrirse!...
¡En aquellos tiempos la tele
era algo extraordinario!...
¡De botones enormes...
pantalla en definición indefinida …
con menos pulgadas que una pulga…
en tres colores;
azul…
verde y rojo
en plastico sujeto…
y...
con menos pulgadas que una pulga…
en tres colores;
azul…
verde y rojo
en plastico sujeto…
y...
sonido como le venía en gana...
en ganas
nosotros de verla
sea como sea!...
sea como sea!...
En el salón de nuestra casa...
ella formaba parte de nuestra vida cotidiana…
unas cuantas sillas…
un aparador con
figuritas!…
y
un niño Jesús
de porcelana en cuna de paja…
cuyos pies eran besados
antes de acostarnos...
antes de acostarnos...
¡Y...
dos sillones de orejeras...
uno para cada uno de nuestros padres...
los demás...
no tienes más que ver la foto...
colgados como pájaros
en el mismo nido
en el mismo nido
sin nunca quejarnos!...
¡Estar todos juntos
era una fiesta!...
Mi padre madrugaba mucho...
cuando volvía...
de noche era...
¡Comer...contarnos nuestras aventuras
y disfrutar de ver alguna película...
dibujos animados...
documentales...
se nos iban los ojos
embelesados!...
Recuerdo...
que en los comienzos de las televisiones
no había apenas publicidad...
salvo en momentos muy críticos
en lo más intenso de las intrigas...
"Era el Intermedio"...
cada uno lo aprovechaba para ir al cuarto de baño…
o
estirar las piernas …
Mi madre...
siempre previsora preparaba
o
compraba algunos dulces
para
para
saborearlos en esos instantes tan
mágicos!...
¡Esos dos sillones...
no eran confortables...
ni bonitos...
ni blandos...
eran lo valioso por acomodarnos...
sin verles defectos...
eran perfectos!...
¡Además...
en sus tripas...cajas de sorpresas! …
¡A mi padre
se le solían caer monedas de los bolsillos...
se le solían caer monedas de los bolsillos...
nosotros...
en la ingenuidad del disimulo...
y creo...
con la premeditación de nuestro progenitor...
metíamos las manos en aquellas estrechas aperturas
en busca de una recompensa
que luego
se trasformaba en chucherías!...
¡Benditas horas
lejos de caprichosas exigencias!...
Hace unos diez años que no veo televisión...
De haber seguido con aquella costumbre...
de comer dulce en publicidad...
creo que hubiera explotado
en obesidad obsesiva…
jajajjajaaj!!!!....
Ver la tele hoy día...
es entrar en amnesia para
soportar tanta propaganda
hambrienta de ventas...
¡Seamos selectivos...
sepamos elegir dónde y cómo acomodarnos...
sin que nadie nos diga
que debemos comprar para ser elegantes!…
Con cariño y respeto...
Dávila...
Preciosa historia hermano. Un abrazo
ResponderEliminarGracias!...querido Pedro!…es la vida misma!…compartida desde el Amor!…Un fuerte abrazo de corazón!…
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