¿A quién contar?...
En la bendita actitud de no querer encubrir nada...
nada se oculta
o
disimula en lo absurdo de callarnos...
En esos momentos de confianza...
abrir corazón y mente...
contar todo aquello que nos alegre
o
atormente...
En la confidencia...
sagrada y amorosa atención...
nuestros oídos abiertos de par en par...
sin juzgar...
entienden!...
¡En absoluta familiaridad...
uno da a quien sabe guarda lo dicho
en cofres de intimidad!...
¡Descargar el fardo de lo mucho acumulado...
en la sensibilidad de nuestros años vividos...
es alivio...
sanación del sentir
desde lo profundo de cada uno!...
¡Cuánta belleza en miradas...
que se han contado todo...
sin señalar...
culpabilizar...
o
reprimir!...
¡El gozo de Ser...hermanado...comprendido...
consolado!...
¿Quién no necesita esos instantes de vaciarse en el río de
la compasión?...
Quien diga que no...
es Santo...
Iluso...
Inconsciente...
o...
es de
Otro Mundo...
donde la gente sin hablar se oye...
sin necesidad
de cuerpo o mente...
Aquí...
en esta dimensión...
aquí…
donde el cuerpo...
la gravedad de la tierra...
las constantes vitales son condicionantes...
¡Bienhechora la hora
en que podamos darnos a los demás...
y ellos
a nosotros...
en la sencillez de la naturalidad!...
¡Confesarse...
es un acto de amor sin temor…
con...
o sin religión…
es
muy necesaria!...
¡Oírse a sí mismo...
en oídos de otro...
saber cómo suenan
nuestras palabras cuando del silencio...
o
de lo oculto brotan...
en busca de su propia medicina!...
¡Seamos amorosos...
eso conlleva revelación!...
Con cariño y respeto...
Enrique...
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